Preside arzobispo la solemnidad de la Sagrada Familia

El arzobispo Constancio Miranda Weckmann presidió la solemnidad de la Sagrada Familia, desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, como cada domingo inmediato a la navidad, en la que invitó a meditar en el misterio de amor de San José, la Virgen María y Jesús.


Dios no recurre a cosas espectaculares, fuera de lo ordinario, se vale de medios meramente humanos, la salvación de los hombres se lleva a cabo con la colaboración misma de la humana. Hoy sucede lo mismo, Jesús nace en los hombres y nos centramos en lo ordinario, como es la familia. En una familia crecemos, adquirimos personalidad y la capacidad de ser miembros útiles para la comunidad, para el mundo y la iglesia”, explicó monseñor Miranda Weckmann.


El arzobispo de Chihuahua indicó que la relación de amor en una familia es posible, cuando se deja que el Señor esté en el centro de la relación familiar, en el que los padres deben ser el modelo de integridad espiritual y moral para sus hijos; a su vez, los hijos deben amar y respetar a sus padres y que en ese entendimiento, los miembros de la familia están llamados a vivir siguiendo la voluntad divina, que se amen los unos a los otros.