Del fútbol al surf: diez deportistas que se han opuesto a la vacuna

Desde futbolistas como N’Golo Kanté hasta una estrella del tenis como Djokovic, aquí repasamos algunos de los atletas que rechazan vacunarse contra el COVID.

El caso más actual es el del número 1 del mundo del ranking ATP. Tras anunciar el martes que contaba con una exención médica para jugar el Open de Australia, al serbio le fue cancelado el visado en el aeropuerto australiano. Ha sido trasladado a un hotel y el lunes se conocerá si puede disputar el torneo o si, por el contrario, cogerá un vuelo con destino a Serbia. Se desconoce a ciencia cierta si el tenista está vacunado o no, pero toda la revuelta y sus comentarios hacen presagiar que no lo estaría.

El base de Brooklyn Nets ha sido, sin duda, la cara más visible de los antivacunas de la NBA, que han hecho mucho ruido a pesar de que en la competición se superó ya en el inicio de la temporada el 96% de jugadores vacunados. La franquicia de Nueva York llegó a apartarle del equipo. Además, la normativa de la ciudad le impide jugar en su estado, por lo que su debut en la temporada lo realizó el pasado 6 de enero como visitante ante Indiana Pacers. Por ahora, seguirá jugando solo los partidos de los Nets a domicilio. Se dijo que entre las justificaciones de Kyrie estaba que la vacunación era un “plan satánico para conectar a un ordenador a los negros”.

En el mundo del fútbol, el Bayern de Múnich ha ocupado el mayor número de focos. El caso más sonado fue el del centrocampista Joshua Kimmich. El pasado mes de noviembre contrajo el COVID-19 y su equipo le prohibió estar en concentraciones, además de retirar parte de su salario. Se ha conocido que esta enfermedad le ha dejado secuelas en los pulmones, motivo que parece suficiente para el germano y afirmó en una entrevista que recibiría su dosis, ya que ha estado muy indeciso por el miedo y los recelos.

El quarterback de los Green Bay Packers de la NFL manifestó el pasado mes de agosto que estaba vacunado. En noviembre se contagió de COVID-19 y declaró que no había recibido ninguna dosis. Así pues, por saltarse los protocolos de la propia liga, el jugador fue sancionado por la liga con 14.650 dólares, por el club con 300.000 dólares y una marca de patrocinio anuló su acuerdo con él.