Carlos Aviña, la inteligencia deportiva del América exportada exitosamente a Europa

Carlos Aviña asegura que en México hay un rezago importante en la oportunidad a los jóvenes
Carlos Aviña (13/10/1990) es mexicano. De esta generación que ha entendido que la preparación debe ser en la alta escuela: Europa. Pudo haberse mantenido en la inteligencia deportiva del América. Ahí tuvo éxito en el reclutamiento de jugadores como Federico Viñas, Richard Sánchez, Nicolás Benedetti, Bruno Valdez entre otros. Actualmente, como director deportivo del club belga de Primera División, Cercle Brugge, lo mantiene en la novena posición, pero con dos moños que presume orgulloso: ostentar al equipo más joven (promedio de 22 años) y el segundo mejor físicamente de toda Europa.

El joven dirigente mudó sus sueños hace dos años por invitación de su amigo y maestro Paul Mitchell del cual presume una alta inteligencia deportiva y al que desea aprenderle esos conocimientos que ejecuta como director deportivo del Mónaco de la Ligue 1. Su estancia desde agosto del 2020 y su experiencia en Europa le permiten asegurar que en México hay un “rezago” en relación a la oportunidad que se le da a la gente joven, en relación a lo que observa en Europa.

“Llegué un club pequeño en el papel, pero grande en el potencial. Es filial del Mónaco. Posee un arraigo importante. Lo importante es el desarrollo de talento y lo estamos logrando”, afirma vía Zoom el joven directivo. “Somos un equipo intenso” reafirma Carlos Aviña, quien presume que ya envió un elemento serbio al Mónaco del Cercle, pero tampoco descarta en un futuro llevar a jugadores mexicanos al cuadro belga.

Su idea es mantenerse en Europa y seguir su preparación. No niega que le tiene un gran cariño al América del cual asegura más allá de su grandeza le guarda un aprecio especial. “Tomé la decisión correcta por el reto. Venir a dejar huella. El equipo fue antepenúltimo. Transformar instalaciones hasta cambiar la plantilla, cuerpo técnico y todo y también porque Brugge tiene sinergia con Mónaco. En resumen: deseaba crecer y expandir horizontes que en México muy probablemente no los tendría.

“Somos el equipo más dominante de la liga. El segundo equipo más intenso de Europa. El objetivo lo fijamos en mayo del año pasado. Intentamos implementar un modelo de juego agresivo. Correr riesgos. Ser siempre el agresor, presionar alto, dinámico, energético. Esa es la base de nuestro éxito. Juventud no es sinónimo de debilidad, al contrario, lo usamos como una fortaleza”.