Mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, niñas y niños, así como recién nacidos en contexto de movilidad o de desplazamiento forzado, tienen que dormir en las calles de Tijuana, la segunda ciudad más violenta del país, por falta de espacio en albergues de la ciudad.
Al día llegan a Tijuana en promedio medio centenar de personas de distintos lugares de origen, tanto nacionales como extranjeros, para realizar su solicitud de asilo humanitario en Estados Unidos, sin embargo al llegar a la ciudad se encuentran en el desamparo.
Los 26 albergues de la sociedad civil y grupos religiosos se encuentran a toda su capacidad; mientras que el albergue del gobierno federal Centro Integrador para el Migrante “Carmen Serdán” se encuentra a la mitad de su capacidad; y así seguirá pese a la demanda de espacio por parte de familias migrantes, aseguró el delegado del gobierno federal Jesús Alejandro Ruiz Uribe, hay 480 migrantes, la capacidad es de 800 personas.
Al respecto, activistas protestaron esta mañana afuera del albergue Movimiento Juventud 2000, administrado por José Maria García Lara; donde exigió en compañía de los activistas Sergio Tamai y Hugo Castro, acciones concisas por parte de los tres ordenes de gobierno para atender la problemática que se vive en la ciudad.
Al gobierno Federal encabezado por el presidente Lopez Obrador le exigieron que destine parte del presupuesto de 2023 al tema migrante, para apoyar a los mexicanos deportados de EU y a los albergues que dan asilo a miles de personas cada año, y que desde diciembre de 2019 han dejado de recibir apoyos y subsidios para su operación.
Al gobierno estatal, encabezado por Marina del Pilar Avila Olmeda, le solicitaron seguridad para los albergues, luego de las amenazas que han sufrido varios de ellos por parte del crimen organizado, así como atención a las familias en contexto de movilidad y desplazamiento forzado que están durmiendo en las calles.
Cómo el caso de Angelica Rodríguez, una mujer de 50 años de edad que tuvo que dejar su patrimonio en Michoacan y huir con toda su familia a la frontera para solicitar asilo humanitario, luego que integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación los sacara de su propiedad y los amenazara de muerte.
La mujer viaja acompañada de 5 menores de edad, una de sus cuñadas embarazada; sus hermanos y sus respectivas esposas. Desde hace un mes duermen afuera del refugio Juventud 2000, en la espera de que haya algún lugar para poder entrar, en lo que se procesa su trámite de asilo.