
Los derechos de las mujeres y niñas afganas se han visto aniquilados desde la llegada al poder del gobierno talibán. El veto a la educación de las mujeres en las universidades de Afganistán ordenada por los talibanes suscitó la condena internacional y el rechazo de las miles de afganas afectadas por esta prohibición, que se suma a la larga lista de restricciones impuestas.
Por eso, un grupo de atletas profesionales decidieron posar ante el objetivo del fotoperiodista de AP, Ebrahim Noroozi, para retratar los deportes que aman pero que ya no pueden practicar. Un grito de auxilio desesperado ante una pasividad mundial.
Aunque no necesariamente usan el burka en la vida cotidiana, optaron por ocultar sus identidades con sus burkas porque temen las represalias de los talibanes y porque, algunas de ellas, continúan practicando sus modalidades en secreto.