
A través de un informe, Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles la disminución significativa de mezquitas en las provincias de Ningxia y Gansu, indicando la violación del derecho a la libertad religiosa.
En reporte titulado ‘China: Mezquitas cerradas, arrasadas y alteradas en zonas musulmanas’, se denuncia que autoridades chinas han desmantelado, cerrado, demolido e incluso reutilizado mezquitas con propósitos seculares, restringiendo así la práctica del islam.
HRW verifica la destrucción de mezquitas en Ningxia, mostrando imágenes de la comunidad musulmana hui. Aunque HRW no proporciona cifras específicas, otros informes sugieren que al menos un tercio de las mezquitas en Ningxia han estado cerradas desde 2004. El Gobierno justifica estas acciones bajo el concepto de «consolidación», aunque en realidad restringe la libertad religiosa de la población.
“Las autoridades han eliminado elementos arquitectónicos islámicos, como cúpulas y minaretes, de muchas otras mezquitas. No las está ‘consolidando’, como afirma, sino que las está cerrando en violación de la libertad religiosa”, asegura en el documento Maya Wang, directora en funciones para China de la oenegé.