Mientras sonaba el piano de “Para Elisa” de fondo, una proyección simulaba un museo antigüo con alfombrado rojo en sus paredes y columnas griegas. El público estaba a la expectativa, observando la pintura colocada en el centro, cuando de repente se escuchó una voz: ¡Alerta! Ha ocurrido un robo. Se habían robado la pintura que revelaba quién era el verdadero amor de Andrés Lazo. Así, con un storytelling cautivador, comenzó el concierto en el Teatro Metropólitan.
Previo al espectáculo de Lasso, la dulce voz de Coolest Andie amenizó la entrada de los fans con covers de artistas como Danny Lux y C. Tangana con ritmos de indie y dream pop, así como temas originales como su más reciente lanzamiento “Astros prohibidos”.
El cantautor venezolano, abrió con “Quédate con él” y “Vamos a mi ritmo” para luego plantear el escenario en el que se desarrollaría el show. Explicó que era el museo de su vida, donde se encontraban todos sus recuerdos incluidos sus ex amores. Presentó a Azul, su mejor amiga con “Kamikaze”. Luego tocó “Perdón, pero no te perdono” para hablar de Carolina, a quien le rompió el corazón y al final interpretó “De tú a tú” para dar a conocer a la peor de todas, Julia, quien lo engañó.
Después de “No pares de bailar”, uno de los primeros sencillos que lo posicionó en las listas de música en Venezuela, hizo un cambio de vestuario a un traje magenta brillante con flores. Junto con él subió al escenario Humbe para cantar “Dios”. “Muchos de ustedes llegaron con el corazón roto pero vamos a salir con el corazón contento”, expresó el cantante.
“¿Por qué las mujeres no podemos tener amigos hombres sin que digan que estamos enamorados?”, se escuchaba en una parte del show antes de cantar “Diferente”. Sobre Carolina, reflexionó sobre su historia, “nos separó la vida, pero es la misma vida es la que ahora me la recuerda. Si piensan pasar el resto de la vida con una persona, no la engañen porque es probable que se vaya y ya no regrese”.
“Feliz por ti” y “Los hombres son todos iguales” las interpretó a petición del público solo con su guitarra. En “Corriendo con tijeras” dieron pie a una dinámica en la que todos los presentes gritaron para coronarse como la ciudad más ruidosa en un concierto de Lasso con 121 decibeles, dejando atrás a España quien obtuvo 118 decibeles.
