
Cada vez que al referirse a los inicios de su carrera, le preguntan a la actriz Claudia Ramírez sobre su papel en la primera versión cinematográfica de la novela Dunas (1984), grabada en gran parte en los Estudios Churubusco de la Ciudad México, bajo la dirección de David Lynch, en su rostro se dibuja una sonrisa de genuina, pero al mismo tiempo una traviesa incredulidad.
“La verdad es que todos los que estábamos involucrados (en el cine y la televisión) fuimos a probar suerte, hasta músicos y cantantes. Era algo muy divertido, porque ibas a Churubusco y eran colas y colas de gente. Pero yo no entiendo por qué estoy en los créditos, porque lo que yo hice fue sólo un casting, que seguro era para los extras de los extras. Todos dicen que hice Dunas, pero no es cierto”, relata entre risas Claudia Ramírez en entrevista
Construir una carrera
Pero esta confusión, más que una curiosa anécdota de una joven que rondaba entre los 19 y 20 años de edad, es el reflejo de la perseverancia de una mujer que cumple cuatro décadas de carrera actoral, en los que ha podido ver el cambio en la industria del cine y la televisión, a través de sus actuaciones en más de 30 telenovelas y 25 películas, incluida Sólo con tu pareja ópera prima de Alfonso Cuarón y la recientemente Confesiones (Carlos Carrera, 2023), cuyo protagónico la hizo ser nominada a mejor actriz en la edición 2024 de los premios Diosas de Plata.
“Esa experiencia fue increíble. A mí estas nuevas generaciones me desesperan un poco porque quieren el éxito absoluto, inmediato y casi mágico. Pero yo creo que todo lo que vale la pena requiere de esfuerzo, aparte de que estoy convencida de que todo lo que hagas te da tablas”, afirma la actriz, quien luego recuerda sus primeras actuaciones en televisión, en las telenovelas Principessa y La fiera, ambas de 1984, donde realizó pequeños papeles.
“Creo que la forma en que se consiguen protagónicos en las telenovelas ha cambiado, ya hay muchos actores que van a un papel importante a la primera. En mi generación mientras estudiabas tenías que ir buscando tus primeras oportunidades, donde fuera, para comenzar a construir una carrera. Era entonces súper insegura, siendo una jovencita de 19 años, y muchas veces pensé en dejar de hacer esto, pero poco a poco fui teniendo más oportunidades de hacer papeles más importantes”, agrega.
¿Cuál fábrica de sueños?
Amante de las cámaras y de las amistades detrás de ellas en los sets de grabación, Claudia, quien ha tenido grandes protagónicos en la televisión mexicana, como en las telenovelas Morir para vivir (1989) y Te sigo amando (1998-1997), reconoce lo complicado que es la vida de los actores, la cual en muchos sentidos permanece oculta a las cámaras.
“Te sigo amando estaba bien escrita y dirigida, tenía las canciones de Juan Gabriel y era muy redonda, por lo que tuvo un gran éxito. Es curioso, porque fue una novela que tuvo mucho éxito en cuanto a público en un momento en que no había redes sociales, época en la que me fui de la que era mi televisora (Televisa) porque me iba muy mal. Todo es relativo, lo que hay afuera de la pantalla, lo que uno vive, no lo imagina la gente. Sí, el mundo de la televisión es una fábrica de sueños, como dice el eslogan, pero no necesariamente para nosotros (los actores)”, opina.