
Ni las vallas, la contingencia ambiental, las descalificaciones que llovieron de parte del oficialismo al acusarla de partidista, y menos los contingentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lograron frenar a la Marea Rosa que los arrasó a su paso y obligó a los maestros a replegarse a las orillas ante su intento por bloquear las arterias que llegaban al Zócalo Capitalino que fue desbordado por tercera ocasión ante este movimiento que salió a las calles a manifestar su respaldo a Xóchitl Gálvez rumbo a los comicios del 2 de junio.
El corazón político del país volvió a palpitar con fuerza y cimbró la Plaza de la Constitución, mudo testigo de infinidad de eventos de todo tipo y que ahora lo fue anfitrión de ese monstruo rosa que rugió con toda su potencia dos arengas que impactaron con toda su fuerza en Palacio Nacional, rodeado por decenas de vallas y muros de láminas “para protegerlo”.
“¡Fueeeeeraa Morena! , “¡Fueeeeeraa Morena!”, seguida de “narco presidente” y “narco candidataaaa”.
Fueron, cinco, diez quince veces las que esas arengas detonaron en un Zócalo capitalino pintado de rosa y fueron a impactar directamente a Palacio Nacional.
“No estááás soola, no estááás soola,, no estááás soolaa”, respaldaban a una Xóchitl , vestida con huipil rosa, que no dejaba de agradecer a esta Marea Rosa al tiempo que ondeaba una enorme bandera nacional.
“Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl, Xóchitl”, retumbaba en un Zócalo donde se dieron cita diferentes clases sociales.