Comparten secretos de la ‘Cocina Ralámuli’

El maíz es uno de los alimentos básicos de la cocina tradicional chihuahuense, por lo que fue la base principal del taller de gastronomía “Cocina Ralámuli”, en el que Rosalinda Guadalajara Reyes compartió la elaboración de distintos platillos tradicionales con los fronterizos.Después de seis semanas de aprender desde cómo tostar y moler el maíz en el metate hasta lograr la preparación del tesgüino –la bebida tradicional de los rarámuri–, así como la elaboración de tortillas, galletas, atole, champurrado, esquiate y tamales rarámuri, el pasado fin de semana los estudiantes realizaron una exposición en la que compartieron los alimentos con la comunidad.La líder de la colonia Tarahumara explicó que el taller se llevó a cabo del 15 de febrero al 22 de marzo en el Centro Cultural de las Fronteras, a través de Culturas Populares de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), con el fin de compartir la cultura indígena chihuahuense con la comunidad fronteriza.“Al principio sí era celosa de compartir (su cocina tradicional) porque pensaba que la gente no lo iba a valorar, era miedo también, pero después aprendí que tenían que saber que no es fácil preparar un pinole y cómo se tuesta el maíz. Porque, como no saben, a veces vienen regateando el precio del pinole o las artesanías; entonces, yo dije: ‘Que sepan cómo se tuesta, cómo se muele’. Y eso que hicimos una cantidad muy mínima, sí los vi muy agotados, pero nunca se rajaron y se dieron cuenta que no es fácil, entonces así respetan y valoran”, compartió.Dijo que el maíz es un alimento sagrado para los rarámuri, “la mayor parte de los alimentos son con maíz, y luego los quelites en tiempo de lluvia; pero en tiempo de invierno es puro maíz y frijol, porque son dos cosas que cosecha mucho nuestra gente de la sierra”.Cada sesión tuvo una duración de dos horas, y aunque al principio se inscribieron 28 personas, aproximadamente 20 terminaron el taller, que concluyó con la exposición de su alimento preferido.“Algunos no pudieron lograr el maíz para hacer el tesgüino, pero otros sí tienen buena mano. No es fácil, es una técnica medio complicada, hay que seguir mucho la instrucción, y salieron bien algunos. Es complicado cuando pones a reposar el maíz, porque tienes que estar cuidando que no esté seco y que esté en un ambiente agradable, ni tan frío ni con tanto calor”, explicó.El tesgüino se consume principalmente en ceremonias importantes, como es la celebración de la Semana Santa, dijo Guadalajara Reyes.

‘Con el maíz se pueden hacer muchísimas cosas’

“Rosalinda es muy noble, se acerca, te explica, lo prueba, te dice si le falta algo, si no, te cuestiona, y si no le gusta ella te lo dice”, dijo Fany Solís, quien formó parte de los estudiantes del taller junto con su esposo, Jorge Mauricio Pérez.El alimento que más disfrutaron preparar fue el champurrado, en el que tostaron el maíz y luego lo molieron para hacer el pinole, y sobre esa base elaboraron la bebida con canela, chocolate y piloncillo, por lo que fue el que decidieron compartir con la comunidad en la exposición de lo aprendido.“El maíz es un grano tan noble con el cual se pueden hacer muchísimas cosas, y nos contaba Rosalinda que el pinole lo utilizan las corredoras rarámuri para alimentarse durante los grandes trayectos de sus carreras y se mantenían con mucha energía”, comentó.“Nos gusta mucho todo lo de nuestras raíces y somos orgullosamente chihuahuenses, y nos gusta mucho cocinar, sobre todo a mi esposo, entonces, ¿qué más que juntar las raíces y la cocina y fomentar todas nuestras tradiciones?”, agregó Solís.