
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se conmemora cada 30 de julio, se presentó un estudio realizado entre el 2023 y 2024, por investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), así como de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), donde se hace referencia a que se han localizado un gran número de casas de seguridad al norte y norponiente de Ciudad Juárez.
Sin embargo, estas áreas no son las únicas. También han sido utilizadas viviendas al sur de la ciudad, según detalla el informe.
Desde hace muchos años, se ha detectado que los traficantes de personas operan en domicilios de las colonias Bella Vista, Altavista, Anapra, Lomas de Poleo, Ampliación Felipe Ángeles y Ampliación Fronteriza.
No obstante, actualmente y tras la investigación se incluyen también las colonias Revolución Mexicana, Manuel J. Clothier y Oasis Revolución, arrojó el concentrado de la investigación.
De acuerdo con el estudio, las autoridades de Seguridad Pública Municipal, Estatal y la Guardia Nacional han logrado ubicar estos domicilios tras rescates efectuados, principalmente durante los meses con mayor llegada de personas en situación de movilidad.
Se reportó que, mediante engaños, estas personas eran retenidas en contra de su voluntad, ya sea por algunas horas o incluso por días, hasta que lograban escapar tras el descuido de sus captores que pretendían traficar con ellas.
Por medio de un mapa de la ciudad, se ilustraron en rojo las colonias antes mencionadas con la etiqueta de áreas donde se han detectado casos de trata de personas, señalándose a Ciudad Juárez como epicentro de la trata en el estado.
“Es un peligro muy grande que no nos damos ni cuenta que pueden tener a personas secuestradas a un lado de nosotros. Veo que ya no les importa a muchos denunciar, ayudar a otros. Estamos viendo esto como algo ya cotidiano”, expresó la juarense Laura Gómez.
Normalización de la trata de personas
Dentro del informe, se señaló que los traficantes hablan de su actividad ilícita sin temor alguno.
“Nosotros, con las pocas entrevistas que pudimos hacer a personas que se dedican al tráfico de personas migrantes, ellos hablan de la actividad con mucha soltura”, dijo Martha Dena Ornelas, investigadora de la UACH.
Afirmó que estas personas están plenamente identificadas en su comunidad, colonia o barrio, y que se cobijan bajo fenómenos sociales donde se da una normalización del delito.
“No lo ven como una cuestión negativa, ni mucho menos como algo que cause daño. Funcionan bajo la lógica de que están haciendo una actividad que les deja un dinero y que pueden sobrevivir de ello”, explicó la experta.
Aunado a lo anterior, sostuvo que ese es un aspecto en el que, culturalmente hablando, la comunidad va adentrándose, lo normaliza y lo deja pasar.
“Ellos nacen en esas colonias, crecen ahí, están la mitad del periodo de secundaria y empiezan a vincularse a esta actividad, y eso es lo preocupante”, puntualizó Dena Ornelas.
Reclutamiento de menores para traficar personas
“Sí, hay un proceso de reclutamiento para el crimen organizado en la entidad; ahora es tan evidente”, aseveró la investigadora, quien, al igual que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado (DIF), ha advertido que los menores tienen edades desde los 10 o 12 años, y son utilizados para guiar o custodiar a las víctimas.
“Sí se están dando muchos casos ya de menores, sobre todo varones, que son captados para ser entregados a organizaciones del crimen organizado y hacerlos que trabajen para ellos, ya sea para el sicariato, trasiego de drogas u otro tipo de delitos”, destacó Dena Ornelas.