
La interconexión del Golfo de Vizcaya constará de dos enlaces de corriente continua de alta tensión (HVDC), cada uno con una capacidad de 1.000 MW, que unirán Gatika, en España, y Cubnezais, en Francia, a través de un cable submarino de 300 kilómetros de longitud.
La construcción comenzó en la localidad francesa de Seignosse, cerca de Capbreton, tras la aprobación del Ministerio francés de Transición Ecológica. España espera dar el mismo paso a finales de mes, una vez obtenida la declaración de impacto ambiental.
Está previsto que las obras se prolonguen hasta 2027. El proyecto contará con un presupuesto de 2.850 millones de euros que se repartirán entre España, con el 54%, y Francia, con el 46% restante. Además, la Unión Europea aportará 800 millones de euros.
Los contratos EPC de los cables HVDC submarinos y terrestres se han adjudicado a NKT y Prysmian, mientras que el contrato EPC de las estaciones convertidoras se ha adjudicado al consorcio formado por Hitachi Energy y Vinci.
Los enlaces proporcionarán el equivalente al consumo eléctrico de más de dos millones de hogares y se espera que mejoren la seguridad, estabilidad y calidad del suministro eléctrico entre España y Francia.