La tormenta Ciarán, una de las más violentas en Europa en años, dejó un trágico rastro de muerte y destrucción en Francia, Bélgica, España y Países Bajos. Golpeó fuertemente a Francia, donde los vientos alcanzaron velocidades de más de 200 km/h. El país reportó dos víctimas mortales y múltiples heridos.
La primera víctima fue un conductor de camión en el departamento de Aisne, que perdió la vida cuando un árbol cayó sobre su vehículo. Horas después, un hombre de 70 años cayó desde un primer piso en Le Havre, tras ser arrastrado por los vientos. El hombre fue encontrado en parada cardiorrespiratoria y no logró sobrevivir.
Además de las víctimas mortales, se contabilizaron 16 heridos, incluyendo a una persona en estado grave en el campus universitario de Roubaix, cerca de la frontera con Bélgica. Los bomberos realizaron más de 3 mil 500 intervenciones en áreas afectadas.
Tragedia en Bélgica
Un niño de tan solo cinco años perdió la vida cuando una rama de un árbol cayó sobre él mientras jugaba en un parque en la ciudad de Gante. Otro niño, de tres años, resultó herido en el mismo incidente.
En la misma localidad, una persona falleció y su acompañante sufrió una fractura de pierna cuando un árbol se derrumbó sobre ellos mientras paseaban en el céntrico Parque Citadel. Cerca de Amberes, al norte de Bélgica, otra persona resultó gravemente herida al colapsar un muro de contención de un almacén.
En Bruselas, los bomberos rescataron a una persona herida en el canal fluvial, junto con otras dos personas que intentaron ayudar. Aunque se desconocen las circunstancias precisas del incidente y su relación con el temporal, la respuesta de emergencia fue esencial para garantizar la seguridad de las personas afectadas.
