
La iniciativa «guerra a los plásticos» se impulsa mediante un enfoque integral que involucra la asunción de responsabilidad por parte de las empresas, la prohibición de plásticos de un solo uso, la aplicación de un impuesto ambiental y el respaldo federal a los municipios.
Las empresas desempeñan un papel crucial al aceptar la responsabilidad de reducir su huella de plástico, adoptando prácticas sostenibles en la producción y promoviendo alternativas ecológicas. Simultáneamente, la prohibición de plásticos de un solo uso constituye un paso significativo para frenar la proliferación de residuos plásticos, fomentando el cambio hacia opciones más sostenibles.