
París, Francia.- Jordan Bardella, líder de la Agrupación Nacional de extrema derecha, quien podría convertirse en el próximo primer ministro de Francia, ha repetido las mismas promesas básicas desde que se hizo un llamado para que se llevaran a cabo unas apresuradas elecciones en Francia.
Si su partido forma parte del gobierno del país, reducirá considerablemente la inmigración, los impuestos e impondrá medidas estrictas contra el crimen, asegura.
Sin embargo, la Agrupación Nacional es la heredera de una tradición política en Francia asociada con un evidente racismo, antisemitismo y negación del Holocausto, y aunque el partido se ha distanciado del pasado, algunas filosofías básicas siguen incrustadas en sus políticas: los inmigrantes representan una amenaza para la seguridad, economía e identidad nacional de Francia.
Entre los planes de Bardella están eliminar el derecho automático de adquirir la ciudadanía francesa a la edad de 18 años a los niños nacidos en Francia de padres que no son franceses, terminar con el tratamiento médico gratuito para personas indocumentadas, excepto en emergencias y restringir a los ciudadanos con un segundo pasaporte para desempeñar empleos considerados como sensitivos, como estar a cargo de una planta nuclear y trabajar en la “defensa estratégica”.
También quiere impedir que los criminales convictos vivan en viviendas públicas y recortar el impuesto sobre ventas del país en todas las formas de energía, desde combustible hasta electricidad.
No está claro cómo hará todas esas cosas.
El programa del partido que consta de 21 páginas, muestra fotos y gráficas y está lleno de ideas generales pero proporciona pocos detalles sobre cómo implementarlas.
En las tres últimas semanas de una furiosa campaña y debates, Bardella se ha retractado de algunos compromisos o los ha dejado para después.
Aun cuando algunas medidas que consistentemente han permanecido en sus planes — como eliminar algunos de los derechos automáticos a la ciudadanía — y que desea poner en vigor de inmediato es probable que enfrenten el rechazo del presidente Emmanuel Macron y del Consejo Constitucional del país.
Aunque tampoco está claro que Bardella, de 28 años, se pueda convertir en el próximo primer ministro de Francia.
Su partido y sus aliados ganaron el 33 por ciento del voto popular para los 577 escaños de la Agrupación Nacional en la primera de dos rondas de la elección el pasado domingo.
Pero sólo 38 de sus candidatos ganaron sus escaños. La mayoría del resto enfrentará una determinante segunda votación el próximo domingo, mientras que un movimiento nacional se ha formado en todo el país para impedir que obtengan la mayoría absoluta.