«Los límites están en la mente»: Florentina perdió parte de una pierna y ahora busca emprender

Florentina Constantino Jacobo sufrió un accidente hace casi un año luego de que un perro pitbull la atacara y perdiera parte de su pierna izquierda, ahora la joven mujer se ha sobrepuesto a la adversidad y está planeando la forma de emprender un negocio propio que le permita solventar sus gastos y apoyar a su esposo en la manutención de su hija adolescente.

En septiembre del año pasado, la mujer sufrió un percance luego de que un perro de la raza pitbull que había recogido de la calle y tenía ya varios meses viviendo con ella, la atacó de manera sorpresiva y arrancó parte de su pierna, además que la mordió en diferentes partes del cuerpo y le generó varias lesiones.

Cabe señalar que, previo al accidente, Florentina se dedicaba a brindar refugio a animales que no tenían hogar, perros y gatos que eran maltratados por sus antiguos dueños o que eran abandonados a su suerte en la calle, que fue como le pasó al perro que la atacó.

«La vida cambió para mí de manera drástica de un minuto a otro, perdí mucha sangre y tuve que ser amputada abajo de la rodilla. El ataque del perro cambió por completo mi vida, y a partir de ese momento ya no tenía una parte de mi cuerpo; fue como empezar de cero para mí», refiere Constantino Jacobo al recordar aquel día de septiembre del año pasado.

La madre de familia se desempeñaba laboralmente en el área administrativa de una empresa constructora local, sin embargo luego de que concluyó su internamiento , su jefe la despidió de manera ilegal y la dejó sin servicio médico.

Posteriormente a esta situación, sin parte de una pierna, sin trabajo y sin servicio médico, entró en una etapa de depresión y perdió parte de las ganas por vivir y se refugió en su propio hogar.

Varias de sus vecinas y vecinos la invitaban a diferentes actividades para que saliera de su casa y comenzara a hacer un nuevo estilo de vida, y a la vez tuviera un tipo de terapia ocupacional, sin embargo, ella siempre rechazaba dichos ofrecimientos, quedando manifiesta su indiferencia por emprender algún tipo de actividad.

En febrero o marzo de este año, una de sus vecinas la invitó a un taller de emprendimiento especializado que organizó la asociación civil «Renace Mujer» en el centro comunitario de la colonia San Francisco, mejor conocido como «San Pancho», en la zona sur oriente de la ciudad.

Florentina sintió que había llegado el momento de retomar su vida y acudió al taller, actividad que le cambió la vida por completo y le abrió los ojos para trazar una ruta encaminada al emprendimiento personal con la intención de contar con un negocio propio que le permita apoyar a su esposo en la manutención de su hija adolescente, misma que estudia en una secundaria cercana al domicilio de Florentina.