‘James’, un cortometraje sobre un niño solo ante la hostilidad de crecer en Guatemala

El cineasta guatemalteco Andrés Rodríguez ha presentado en el Festival de Venecia su corto James, en el que narra la violencia y el desasosiego que experimenta un niño, su protagonista, al crecer solo en las calles de una ciudad que desconoce, trabajando para poder salir adelante.

“Las prioridades son del día a día (…) es un mundo que existe y en el que se vive muy rápido”, resume en una conversación con EFE el realizador, que compite en la sección de cortometrajes de la 81ª edición de la prestigiosa Mostra veneciana.

James (Darvin Maldonado) es un niño indígena que se gana la vida vendiendo fundas para teléfonos móviles en las calles de la Ciudad de Guatemala mientras afronta solo su paso a la adolescencia, luchando contra su propio sentido de abandono y contra otros muchachos hostiles y en su misma situación.

El corto explora esa transición que va desde la protección de la niñez a una edad adulta dominada por la masculinidad y por cierta violencia a la que la “manada” de niños, por ejemplo, se prepara ensayando peleas en el tiempo libre.