
CDMX.- En algún momento de su vida, a Denisse Guerrero se le «murió la fantasía». Perdió toda motivación.
La odisea que vivió al serle extirpado un tumor hace unos años, el duelo por la muerte de su padre y su abuela paterna el mismo año y la frustración por reconocerse sólo como figura pública la hundieron por completo, algo que la vocalista de Belanova, ahora solista, contará en su documental Murió la Fantasía.»Cuando me fui de esto, cuando me salí del canto, cuando dejé todo, fue porque sentí que la vida ya no tenía nada bonito para mí. Me regresé a Sinaloa sin idea de nada, y decía ‘igual y ni soy cantante y esa era mi fantasía'», platicó Denisse, en entrevista exclusiva.Antes del brote pandémico por Covid-19, la intérprete de «Cada Que…» y «Me Pregunto» pasó por una fuerte crisis existencial, que la llevó a dejar su residencia en Guadalajara, a desconectarse de sus amistades y a concentrarse en su familia, en su natal Los Mochis.
La cantante dará a conocer Murió la Fantasía, que recoge lo más dramático, cautivador y analítico de su vida hasta ahora, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), y por cuestión de permisos tuvo que reservar muchos detalles en la charla. Además, recibirá el Premio Maguey Trayectoria y se prevé que anuncie otros proyectos.El trabajo personal de examinar lo bueno y lo malo de sus vivencias lo dejó para las entrevistas del presente y para redescubrirse con los compromisos de Belanova y con su nueva aventura, su disco de debut como solista, llamado Vida Simple.Pasó de darle suma importancia a lo tangible y presencial a mandarlo al segundo plano para analizar el poder de lo intangible y lo esencial.»La soledad es canija, a veces es como esta flor que tengo en el arte del disco, como la amapola, que la ves y dices ‘tan bonita que es’, pero siempre está sola. Pienso ‘quiero quedarme así, como la amapola’, pero de pronto te das cuenta de que puedes caer en el letargo y te duele.»Como artista, convives mucho con todo tipo de personas, pero la soledad te rodea constantemente, y hay que echarse un clavado para ver qué traes adentro. Esa dualidad, esa soledad, me daba miedo y no sabía si volvería a cantar», expresó la cantante y compositora sinaloense pero tapatía «adoptada».Hace casi dos años, Belanova volvió a ser tendencia en el mercado de habla hispana porque un video viral en TikTok reinterpretó la decepción y frustración de los adolescentes y jóvenes en cuanto al éxito social, gracias a la temática de su canción «Rosa Pastel».El grupo, que en Spotify rebasa 7.7 millones de escuchas mensuales, se reencontró y retomó shows y presentaciones. Denisse y sus compañeros, Édgar y Richie, aparecieron como favoritos en plataformas cuando su último disco de estudio, Viaje al Centro del Corazón, había salido en 2018. Nuevas generaciones los adoptaron y sus contemporáneos los abrazaron nuevamente.»Fueron años de estar ausente de todo. Me desconecté de las redes. Después de lo que pasó con mi padre, con mi abuela, descubrí un problema de salud hormonal que me destruyó el ánimo: una endometriosis, me dijeron que podría ser 50 por ciento maligno, y pesó dos kilos.»Cuando escuché el ‘a lo mejor te puedes morir’ en mi cabeza, no lo podía creer, y fui retomando mi vida poco a poco, es más: fue en el 2022 que descubrí a Rosalía, a Ed Maverick… Estaba muy renuente a todo, desconectada de todo. Y ahora estoy aquí, un poco más segura, más motivada», acotó Denisse, quien lanza su carrera de forma paralela a la tercia de pop que le dio popularidad.
‘Lo hago en honor a mi padre’Su semblante es más serio pero mucho más transparente que hace una década.Denisse Guerrero ya no vive para complacer y se la pasa mucho más relajada sin depender de las opiniones de los demás. Le entusiasma coincidir con fans que aprecien sus canciones como solista y le encanta saber que Belanova la mantiene vigente.Se le corta la voz al hablar de sus pérdidas y de sus temores. Son viñetas de su tránsito más doloroso y formativo como adulto. Se había asomado a esa fatídica experiencia de cierta manera, pero el luto y el duelo la acercaron a sentimientos desconocidos.»Con los últimos años de mi padre, con los últimos años de mi abuela, me iba a encerrar a mi cuarto en Sinaloa y pensé que me iba a encerrar para siempre. Yo no podía seguir, pero ahora pienso que lo hago en honor a mi padre. Él vivió unas quimioterapias horribles pero siempre se portaba como si se sintiera bien.»En sus últimos meses, mi sobrina cumplió años, y aunque (mi papá) ya no se podía levantar ni de la cama, ahí, con su sombrero, y ya no tenía pelo, nos daba muchos ánimos y le daba mucho amor a la niña. Él me diría ahora que no llorara y que aprovechara esta otra oportunidad», expresó la compañera de Ricardo Arreola y Édgar Huerta en Belanova.Ahora revive las suertes del pasado a través de su madre, María Victoria, mejor conocida en su barrio como «La Maestra Vicky»; de su hermana, Ana Victoria, y de su sobrina, Victoria Sofía. A su fallecido padre, «Don Jesús», lo recuerda con un amor inquebrantable, y a su hermano, también Jesús, lo considera uno de sus grandes soportes.»Y un mes antes de mi papá, se va mi abuela», remató, haciendo énfasis en lo importante que fue estar rodeada de sus seres queridos en esos momentos. En el último año, incluso su sobrina ha sido su invitada especial en algunos shows.Con Vida Simple, también el título de la canción que promueve, la sinaloense resume lo que ha pasado en sus últimos años a través de melodías hechas a la medida de sus sentimientos, y agradece haber conectado con Pablo Preciado, de Matisse, entre otros cantautores con quienes colaboró para crear las nuevas piezas.Además, reconoció que gracias al directivo discográfico Robbie Lear se animó a reaparecer.»No pensaba hacer ni gira ni nada, y mi buen amigo Robbie fue quien me dijo ‘hazlo y prueba, no pierdes nada’… y aquí estoy».