
El plan de acción para hacer frente al arancel del 17 por ciento que EU impuso al tomate mexicano contempla buscar nuevos mercados, incluyendo Asia.
«Asia pudiera ser una buena oportunidad; Japón y Corea del Sur podrían ser algunos nuevos destinos», dijo el director jurídico de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida, Gustavo Robles.Otras medidas son otorgar valor agregado a la producción de tomate, mediante un proceso de industrialización, y la continuidad del esquema de exportación, estimó luego de una reunión con autoridades de Agricultura y Economía.El mercado asiático sería, de todos modos, indicó, muy costoso, por el transporte, pues a EU podían exportar sin el pago de aranceles.
El nuevo impuesto, calculó, podría disminuir entre 15 y 20 por ciento la extensión de hectáreas de siembra tomatera.