
Ciudad Juárez.- El primer punto a donde se dirigió la carroza fúnebre, fue al Parque Borunda, negocio que inició hace más de 50 años junto con su esposa, Martha Alvídrez.
Mientras la carroza daba un recorrido por alrededor del parque, su esposa, hijos, familiares y amigos, caminaban detrás de ella, de fondo, se escuchaba el andar de los juegos mecánicos, aquellos que se volvieron a prender.
Su hijo, el presidente municipal, Armando Cabada Alvídrez, expresó que solo se muere a quien no se piensa, por lo que su padre nunca será olvidado.
“Es un momento muy triste para la familia, pero también, un reconocimiento de los miles y miles de mensajes que hemos recibido de la comunidad y juarenses, hablando del legado que mi padre dejó, de la labor que hizo durante tantos años, de carrera altruista y de apoyar a miles y miles de personas, con eso nos quedamos y eso nos motiva a seguir su ejemplo”, expresó.