El Barça da un baño al Madrid

De todo tuvo el Barça, nada tuvo el Madrid. En el partido que graduó a Gavi, Xavi descorchó su primer título como técnico azulgrana. Y lo hizo a lo Xavi como jugador, con los centrocampistas del Barça rima que rima, mima que mima a la pelota. Imposible para un Real sin depósito, llagado desde el inicio, hueco. Un Madrid que ni chapoteó frente a un adversario muy equilibrado. Con cuatro volantes, el Barça no se destapó. Con cuatro volantes, el Barça gobernó sin endomingarse con la pelota. Al equipo de Ancelotti le faltó de todo, pacato de principio a fin. Tan poco natural y fatigoso que del tramo final se encargaron Ceballos y Valverde como anclas, seco Modric, ausente Tchouameni y superado Toni Kroos. La migrante Supercopa española era de Gavi, síntoma del mejor Barça. Del Barça de Busquets, de De Jong, de Pedri. Un equipo más consistente, abrochado en un área por Lewandowski, que liga y liga con el gol, y bien abrigado por Araujo y Christensen. Esta vez, un Barça jugón y con mala uva. La pelota al pie para escarmentar al rival, no como abanico.