
Debido a la crisis generalizada en la isla caribeña, en especial la de combustible, se tomó la decisión de suspender actividades y racionar la venta de combustible en el país, algunas universidades como la Agraria de la Habana, comunicaron que las clases serían en línea; las instituciones educativas explicaron que la medida obedece a las “limitaciones de combustible” o la falta de “disponibilidad” de los mismos.
Esta es la primera vez que, debido a la crisis se decidió detener actividades; las autoridades de Villa Clara, en el centro del país, indicaron en un comunicado dado a conocer en medios de prensa locales y la página de Facebook del gobierno que sólo se venderá combustible a los choferes de automóviles privados con licencia para operar como transportistas públicos y a los servicios básicos -ambulancias, servicios de sepelio o urgencias.
Las autoridades de la administración del reelecto presidente Miguel Diaz-Canel, reconocieron que no hay una solución inmediata a la crisis. Según el presidente cubano, los proveedores internacionales de gasolina no pudieron cumplir con los convenios programados y el diésel tuvo que ser usado para la generación de electricidad mediante pequeñas plantas mientras se realiza el mantenimiento de las centrales.
La semana pasada en La Habana, se dispuso una venta límite de 40 litros para cada vehículo y las gasolineras se organizaron por categoría según el tipo de vehículos: particulares, de empresas estales o privadas, diplomáticos y de turismo, estos dos últimos con prioridad.