Un violento temporal provoca la suspensión del Gran Premio de Ímola de Fórmula 1

Las inundaciones y la seguridad de los habitantes de la zona provocan la cancelación de la carrera. El calendario se queda en 22 pruebas

Es fin de semana de carreras de Fórmula 1, pero el Gran Premio de Ímola no se llevará a cabo debido al fuerte temporal que ha provocado inundaciones y desprendimientos de tierra en la región italiana de Emilia Romagna. La F1 ha confirmado en un comunicado la suspensión final del GP .

«La decisión se toma porque no es posible celebrar el evento de manera segura para aficionados, equipos y personal, y es lo más responsable vista la situación a la que se enfrentan las localidades y ciudades de la región. No sería apropiado poner más presión sobre las autoridades locales y servicios de emergencias en este momento difícil”, manifiesta la F1 en un comunicado.

El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, había comentado unos minutos antes de que la F1 se manifestase que convendría cancelar el gran premio ante la emergencia y la magnitud del suceso que ya ha costado varios muertos.

Con lógica, el gobierno italiano ha hecho prevalecer las necesidades de los habitantes de la zona, el servicio que prestan los agentes sociales y todas las fuerzas que se puedan sumar a la catástrofe antes que organizar un evento deportivo como la Fórmula 1.

En un día fundamental para la logística de un gran premio como era este miércoles, el paddock de Ímola está vacío y encharcado. Las imágenes del escenario de la ya suspendida sexta carrera de la temporada no dejan lugar a dudas. La zona vive un violento temporal.

El Gobierno local ha cerrado las escuelas de la zona, que hace unos días ya vivió una gran sacudida con inundaciones, ríos desbordados y un par de fallecidos. La situación se repitió entre el lunes y el martes y se espera lo peor para la noche de este miércoles. También se ha suspendido el transporte por ferrocarril.

La región de Emilia Romagna permanece en alerta roja, al menos hasta este miércoles por la noche por el riesgo de nuevas avalanchas de agua y tierra.