
Con las luces apagadas una canción de reggaeton del artista puertorriqueño Daddy Yankee suena a todo volumen en la Arena Ciudad de México, mientras los fanáticos agitan sus teléfonos celulares y bailan al ritmo de la música.
Luego viene un toque de tambor seguido de un fuerte canto de “Ca-pi-ta-nes, Ca-pi-ta-nes”. Bienvenidos a la acción de la NBA G League en la Ciudad de México. Y si los fanáticos cumplen su deseo, la atmósfera en los juegos de Capitanes se convertirá en el elemento básico para los juegos en casa de un equipo real de la NBA. Es una posibilidad remota, pero el optimismo es alto.
Cuando el comisionado de la NBA, Adam Silver, visitó México en diciembre, dijo que los Capitanes le darían a la liga una gran oportunidad para ver si México podría ser considerado para una franquicia en el futuro.
Hasta ahora, parece que la organización está en el camino correcto.
Aunque los Capitanes no disputaron los playoffs de la G League, perdiendo un desempate de tres vías con The Grande Valley Vipers y Santa Cruz Warriors, proporcionaron algunas respuestas a las preocupaciones fuera de la cancha en su primera temporada en Ciudad de México.
Después de su temporada inaugural de la G League en Fort Worth, Texas, debido a la pandemia, los Capitanes se instalaron en la moderna Arena Ciudad de México, una instalación revestida de vidrio ubicada en la parte norte de la ciudad que costó $300 millones de dólares.
La asistencia era una preocupación, pero el presidente del equipo, Rodrigo Serratos, dijo que los Capitanes encabezan a la liga en cuanto a la venta de boletos individuales y ocupan el quinto lugar en asistencia total a pesar de que su estadio local no está cerca del centro de la Ciudad de México.
“Tenemos un estadio grande, por lo que estamos trabajando con una configuración pequeña, pero hemos estado promediando alrededor del 65% de su capacidad”, dijo Serratos a The Associated Press. “Hasta ahora, ha sido pura magia”.
También existen preocupaciones de seguridad acerca de tener un equipo permanente en la Ciudad de México. El Departamento de Estado de EE.UU. recomienda a los ciudadanos estadounidenses “ejercer mayor precaución debido al crimen, tanto violento como no violento”, en los alrededores de la capital de México, una de las más pobladas de América del Norte.