Cuidan mil 196 custodios a 8 mil 892 detenidos en el estado

El déficit del sistema penitenciario en el estado de Chihuahua ha generado una serie de conflictos internos, que en un periodo de 30 días ha terminado con la vida de cuatro personas en un solo centro penitenciario, esto debido al poco personal de seguridad y al alto número de sobrepoblación que mantienen la mayoría de los Cereso en el estado.

De acuerdo al último informe generado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), en el estado se encuentran detenidas o privadas de la libertad en los Centros de Readaptación Social un total de 8 mil 892 personas, donde Juárez y Chihuahua rebasan los límites de capacidad y mantienen sobrepoblación en todas sus celdas.

De igual forma, para cuidar o tratar de mantener el orden de las casi 9 mil personas hay una plantilla de mil 196 custodios de ejecución de penas, es decir que cada custodio debe atender a 7.4 detenidos en el estado y se divide en dos turnos, que es como operan los centros penitenciarios, los custodios tendrían una tasa de atención de 14.8 detenidos por persona.

En la estadística generada por la Dirección de Recursos Humanos de la Fiscalía General del Estado se tienen mil 196 elementos de custodia en el estado, de los cuales 214 corresponden a Chihuahua, 308 corresponden al Cereso de Aquiles Serdán, 454 a Juárez, 93 a Parral, 44 a Guachochi, 45 a Cuauhtémoc y 38 a Nuevo Casas Grandes.

En el mismo informe de la CEDH se desprende que el Cereso 1 de Aquiles Serdán está sobrepoblado por 570 personas, ya que atiende a 2 mil 870 de 2 mil 300 que debería atender, con un posible problema de hacinamiento, al atender a 8 personas en celdas, cuando su capacidad es de cinco.

En este mismo Cereso, en un periodo de 30 días han perdido la vida cuatro personas en diferentes circunstancias, siendo el último caso el ocurrido el pasado 6 de marzo, cuando fue localizado el cuerpo de Ramón L.C., ex presidente seccional de La Junta, municipio de Guerrero.

El informe de la Fiscalía General del Estado detalla que Ramón decidió privarse de la vida en su celda, luego de que estuviera por cumplir un mes detenido, tras haber sido capturado por haber asesinado a seis personas durante el inicio del año en diferentes acontecimientos y con un arma de fuego.

A pesar de este suicidio que no fue evitado por personal del Cereso de Aquiles Serdán, también se han registrado por lo menos tres decesos más, los cuales estuvieron ligados a intoxicación con alguna sustancia, que podría estar relacionada a una droga y de momento no han referido cuál tipo encontraron en estos cuerpos.

Uno de los tres casos fue el de Juan Carlos Álvarez Díaz, quien contaba con 39 años de edad y fue localizado el pasado 8 de febrero sin signos vitales al interior de una celda ubicada en Aquiles Serdán; de acuerdo al personal forense, el cuerpo contaba con una sustancia y al lado estaba una jeringa con la cual se había suministrado.

Un día después de la muerte de Juan Carlos, el personal de custodia del Cereso encontró otro cuerpo sin vida, ahora de un joven de 23 años de edad, quien fue identificado como Hugo García Robles, quien al parecer murió en las mismas condiciones: por sobredosis de alguna sustancia, lo cual sigue en investigación.

El último de los tres difuntos fue Juan Francisco, quien contaba con 51 años de edad, al parecer murió a causa de un paro cardiaco, pero el personal de la Fiscalía General del Estado se mantiene investigando los hechos para determinar cuál fue el motivo de su deceso.

Sobre estos hechos el fiscal general del estado, Roberto Fierro Duarte, aseguró que no se ha establecido el resultado de la sustancia que se ha suministrado en el Cereso de Aquiles Serdán y por el cual murieron por lo menos dos personas y posiblemente otra más, ya que los estudios se llevan a cabo en el estado de Nuevo León.

“Pedimos un apoyo a Nuevo León, aún no tenemos el resultado, no tengo una fecha exacta, son distintas razones, estamos fortaleciendo los protocolos de seguridad al interior y tenemos que llegar a un grado para certificar los penales y para abatir la sobrepoblación de éstos”, comentó.

El fiscal general del estado dijo que también se encuentran trabajando en investigaciones para determinar la forma y el origen de las sustancias que se suministraron en el Cereso y si existen funcionarios involucrados por estos hechos, pero aclaró que no cuenta con el dato de cuántos pudieron participar en los hechos.

De acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, los centros penitenciarios de Chihuahua mantienen calificaciones que van de los 6 a los 8 puntos, y mantienen algunos problemas como el hacinamiento, insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los derechos humanos.

Así como deficiente separación entre procesados y sentenciados, inadecuada clasificación de las personas privadas de la libertad, inadecuada organización y registros para el cumplimiento del plan de actividades, insuficiencia o inexistencia de actividades educativas, entre otros puntos más.